martes, 16 de julio de 2013

Nelson Mandela cumple 95 años de edad en medio de preocupaciones y disputas familiares

Fue su propia hija la que casi hizo que dieran por muerto a Nelson Mandela. Las versiones sobre una supuesta muerte inminente y sobre un estado vegetativo del héroe sudafricano, de 94 años, se sustentaban en una carta que Makaziwe Mandela, de 59 años, había dirigido a sus abogados. Estos defendían ante el tribunal los intereses de 15 familiares de Mandela, implicados en una desagradable disputa sobre el lugar donde sería sepultado el primer presidente negro de Sudáfrica. 

Los juristas se basaban en la carta de Makaziwe para pintar un cuadro oscuro del estado de salud de Mandela, que cumplirá 95 años el domingo 18 de julio. Al parecer, los médicos incluso le habían aconsejado a la familia que desconectaran los equipos que lo mantienen artificialmente con vida. 


Muchos sudafricanos reaccionaron indignados, exigiendo en las redes sociales y en cartas enviadas a los periódicos que "por fin dejen morir dignamente al anciano". Entretanto, sin embargo, existen considerables dudas sobre que Mandela se encuentre realmente en una situación parecida al estado vegetativo. 

El presidente sudafricano Jacob Zuma, que siempre exige respeto a la dignidad de Mandela, repite desde semanas casi de memoria que el estado de Mandela es "crítico pero estable". Testigos fiables aseguran que los últimos visitantes se encontraron con un Mandela débil, afectado por la infección pulmonar, pero muy vivo. 

Denis Goldberg, de 80 años, un viejo compañero de Mandela en su lucha contra el sistema del Apartheid dijo, sin embargo, que el Nobel de la Paz se encontraba consciente y capaz de reaccionar. 

Sus nietas Zaziwe Dlamini-Manaway y Swati Dlamini, protagonistas del controvertido reality show "Being Mandela" (algo así como "Vivir como un Mandela") tuitearon que sonreía en ocasiones y que reaccionaba con los ojos, según el diario "Times". 

También otro de los nietos, Ndaba Mandela, aseguraba hoy que "el anciano está expresamente vivo", aunque sólo distinguía visualmente su alrededor y a sus visitantes. Además, pidió a los sudafricanos que no caigan en el luto, si no que se alegren porque "el anciano sigue estando entre nosotros". 

También Zuma pidió a sus compatriotas que celebren el 18 de julio el espíritu de Mandela. 

Para honrar al héroe nacional sudafricano, que estuvo 27 años en prisión debido a sus convicciones, la ONU declaró en 2009 la fecha de su cumpleaños como Día Internacional de Nelson Mandela, en el que la población mundial está llamada a realizar acciones sociales, exactamente durante 67 minutos. Y es que Mandela estuvo políticamente activo 67 años. 

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, llamó también este año a realizar acciones con motivo de esa jornada y alabó a Mandela: "Sus sacrificios no sólo sirvieron a Sudáfrica, sino que hicieron del mundo un lugar mejor para todos. Él cambió el mundo". Esta vez, trabajadores de la ONU quieren ayudar el 18 de julio en la reconstrucción de las viviendas destruidas por el huracán "Sandy". 

"Madiba", el nombre de clan por el que se conoce a Mandela en su país, incluso fijó el lema para ese día: "Sean activos e inspiren a otros". En Sudáfrica estas acciones siempre han tenido un gran éxito: en 2012 voluntarios pintaron jardines de infancia, limpiaron superficies abiertas en municipios, ayudaron en comedores sociales o cuidaron a ancianos que lo necesitaban. 

Sin embargo, el Día de Mandela 2013 se verá ensombrecido por las preocupaciones por la vida del Nobel de la Paz, que lleva hospitalizado desde el 8 de julio. Y esta vez, las informaciones sobre su salud han confirmado que esta vez sí que está luchando contra la muerte. 

Y es que esta vez los sudafricanos no recibieron, como sí en otras ocasiones, los partes médicos tranquilizadores, casi minimizando la importancia de su enfermedad. La cúpula política parece quererse preparar para la muerte del padre de la "nación arcoiris". 

El presidente Zuma dijo, sin embargo, que hay esperanza de que Mandela también venza esa vez y pueda seguir viviendo. Sin embargo, los sudafricanos están revueltos: desde hace semanas gente de distintos orígenes y razas acuden al hospital de Pretoria para dejar flores, peluches, globos y deseos de mejora escritos en tarjetas, así como retratos pintados por ellos mismos. 

Con frecuencia se reza y canta para honrar al héroe nacional y por la noche se encienden velas. El 18 de julio se espera a miles de personas ante el hospital. Y en todo el país se celebrará al humanista y reconciliador de Sudáfrica.